martes, 9 de noviembre de 2010

Ahora, se busca a los culpables!!


Una encuesta telefónica dada a conocer esta mañana permite, por primera vez, medir el impacto que sobre el Gobierno y el Presidente de la República tiene la telenovelesca elección de la ANFP. Un 57% de los encuestados opina que sí existió intervención del propio Presidente Piñera o alguno de sus Ministros, un 38% cree que no.

Durante los últimos días el primer mandatario y su vocera habían levantado la voz para, con indignación, negar tal intervención calificando con fuertes epítetos a los que hasta ese momento realizaban esas acusaciones. En el éxtasis del enojo, como niño ofendido que ofrece combitos a la salida de clases, el Presidente de la República amenazó con querellas hacia quienes hicieron estas incómodas aseveraciones.

Pero ¿Quiénes habían hablado de intervención? Un furibundo conservador, columnista de El Mercurio, Hermógenes Pérez de Arce, denostado por todos los dirigentes de la Alianza por estos días. El Periodista deportivo Felipe Bianchi, quién dijo con fuerza que a él le constaban los llamados del Presidente, del Ministro Lavín y del Subsecretario de Deportes en orden a “articular” la lista de Segovia. La Senadora Soledad Alvear, miembro de una familia relacionada al fútbol, dio cuenta de testimonios de personas que le daban confianza, que hablaban de presiones de altas autoridades de Gobierno; en las últimas horas la Senadora comunicó que pedirá a estas fuentes autorización para ser identificadas por ella. El Diputado PPD, Pepe Auth, haciendo uso de la lógica elemental y relevando que el Presidente de la República es uno de los principales accionistas de Colo Colo, dijo que las “huellas” de éste estaban marcadas en la operación de desbancar a Mayne-Nicholls. Otros parlamentarios de la Concertación se han movilizado para crear una Comisión Investigadora que determine la existencia una eventual intervención. Ah! y el Diputado Gabriel Ascencio presentó un requerimiento a la Contraloría por las eventuales actuaciones del Presidente en estos eventos.

Pero el Diputado Auth no se ha quedado ahí, ha sugerido hacer una investigación al tráfico de llamadas de los teléfonos del Presidente Piñera para cotejar las aseveraciones de éste con la verdad de los hechos. Hace unas horas el Ministro Hinzpeter ha reaccionado enérgicamente conminando al Parlamentario a terminar con la majadería, en fin, pareciera que la discusión sube de tono y a la luz de las encuestas no se avizora un horizonte corto.

La elección de la ANFP ha provocado un hecho político tan inesperado como predecible. Inesperado porque para algunos el año político terminó con el rescate minero, luego de eso venía la discusión presupuestaria, discusión un tanto agreste para las grandes mayorías; luego venían la teletón, navidad, vacaciones y todo empezaba nuevamente en marzo. Sin embargo el efecto público que esta elección ha tenido en la sociedad chilena ha originado, desde una entidad privada como la ANFP, un conflicto público de intereses que cubren todos los ámbitos del país, alcanzando hasta La Moneda. Ha sido inesperado en cuanto a oportunidad y en cuanto al desarrollo de los hechos, hasta hace unas semanas atrás se disipaba toda incertidumbre y la reelección de Harold Mayne-Nicholls parecía asegurada. La irrupción de Segovia fue bastante inesperada, máxime cuando este mismo personaje entregó su apoyo al Presidente en ejercicio y en menos de 24 horas después levantó una alternativa a él.

Pero ha sido predecible también por un conjunto de situaciones, desde las conversaciones que el Subsecretario de Deportes realizó con dirigentes del fútbol en Sudáfrica en orden a construir una alternativa, más cercana al Gobierno, al interior de la ANFP; los desencuentros entre la directiva en ejercicio y el Presidente por la invitación a La Moneda; y el impasse del saludo – no saludo de Bielsa a Piñera. Todo eso hacía prever que en Palacio no mirarían con pasividad el proceso.

Pero pongamos las cosas en su sitio, cualquier Gobierno habría mirado con atención lo que ocurriría en la ANFP, más tomando en cuenta el gran apoyo popular que registraba la dupla Mayne-Nicholls y Bielsa. Una responsabilidad gubernamental es estar atento a todo proceso que pueda tener consecuencias públicas que alteren la convivencia nacional y este proceso eleccionario, claramente, podía hacerlo. Siempre debe haber un posición gubernamental, incluso para declarar que es un asunto de privados.

Esta actitud previa de La Moneda tenía, sin embargo, un problema que ha demostrado ser inmanejable para los asesores del Presidente. Esto es su condición de accionista de Blanco y Negro, su incontinencia verbal y telefónica y su falta de tino total en sus intervenciones.

La Moneda, a sabiendas que las acciones del Presidente en Colo Colo era un flanco débil, y en el supuesto que el primer mandatario, efectivamente, no hizo ninguna acción de intervención en este proceso eleccionario, debió protegerlo con señales inequívocas que mostraran su independencia. Pero, por el contrario, las cosas pasaron como pasaron y hoy el 57% de los chilenos cree que él intervino, y ,ojo, intervino “a favor de sus acciones y en contra de los intereses mayoritarios de Chile”. Uff!

Así que tanto enojo vaya primero al plano interno por lo poco previsores y después encáusenlo hacia los opositores que su pega de fiscalización hacen no más.

El Presidente no ha ayudado al control interno de la situación, sus amenazas de querellas y el uso de adjetivos poco amistosos en sus intervenciones ha dado cuenta de cierta desesperación que en vez de convencer sobre su prescindencia reafirman su incumbencia.

Por si fuera poco, en la memoria de todos ha renacido el recuerdo de lo que puede hacer Piñera con un teléfono en la mano…y cómo no se mide a la hora de alcanzar sus objetivos..la prudencia, claramente, no es su copiloto. En este caso, como en otros, el principal enemigo del Presidente es él mismo.

Ahora, esto de la intervención es un hecho muy peligroso. De comprobarse tal situación la cosa pasa de castaño oscuro. Perú y Bolivia han tenido episodios similares, aunque nunca tan evidentes como el de estos días y en ambos casos la FIFA ha advertido que la sanción que procede al país es la suspensión de su participación, en un periodo determinado, en eventos del fútbol internacional. Y eso sí que sería grave, sí que sería una herida propinada por un culpable imposible de olvidar.

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